Creo, sin lugar a dudas que tenemos que detener un poco la vorágine por usar y/o tener los activos digitales de moda y completar el ecosistema y pensar cuales son los que realmente tienen valor para el público de nuestro producto o servicio.
Para hacer un poco de memoria, hacia el 2010 se habían puesto de moda las redes sociales aquí en Argentina, y las marcas ponían los logos de las redes en las que estaban en la Vía Pública… y todos los clientes tenían Pinterest… solo porque querían mostrar que ya eran digitales y no pensaban en la funcionalidad del activo que estaban usando o que querían sus consumidores.
Han pasado algunos años pero aún tenemos mucho por aprender. Ahora todos sabemos que la pandemia de Covid 19 impulsó con mucha fuerza el uso de herramientas digitales, y acá es en donde tenemos que poner nuestro conocimiento sobre nuestros productos y clientes para saber que herramienta utilizar.
Llegan muchos clientes que nos consultan para hacer una app, ¿por qué? “Porque queremos estar en el celular de nuestros clientes…” y la realidad es que estadísticas que nos dan grandes proveedores como Appsflyer nos muestran que los usuarios borran las apps que bajan en un 50% en un mes… ¿Por qué? Porque no son necesarias. Si no tenés un servicio o producto que sea de compra o uso regular no tiene sentido, hagamos una progressive app, o un sitio mobile rápido.
Lo mismo empiezo a ver con el tema del social commerce. Es muy interesante trabajar en este ítem, pero no podemos trabajarlo como en las campañas de buscadores que trabajan en el lower funnel porque ya hay intención. Acá estamos hablando con personas que quizás aún no sienten la necesidad de ese producto/servicio determinado. Estamos creando demanda, por eso los porcentajes de conversión son diferentes. Nuevamente, no es ni bueno ni malo, es otra manera de acercarnos a los usuarios.
Y cuando pensamos en digitalización también se trata de pensar fuera de lo digital en esencia. Pensar en tiendas físicas digitalizadas, en donde no hagamos colas para pagar, en donde podamos tener información de los productos mediante AR, en procesos 360 que permitan entender e informar a los clientes no importa si nos compran on u off line. Esto se denomina Retailarity.
Así llegamos también a ver que redes sociales trabajamos y definir los influenciadores. Y acá nos encontramos frente a otra cuestión paradójica, en donde más allá de usar herramientas para detectar cuales son los influenciadores orgánicos que llegan al target que apuntamos, tenemos que lidiar con un día a día en donde los famosos de turno se acercan o bien son mencionados por nuestros clientes. Y ahí es cuando salimos a mostrar que no es el mismo engagement rate de un posteo típico de la vida diaria que uno publicitario, que no da lo mismo que un influenciador se la pase mostrando diferentes marcas durante un día que no demuestran compromiso real con las marcas; que en más de una ocasión a los influenciadores hay que capacitarlos. Queremos su espontaneidad, pero también que sepan de que hablan.
Es un gran momento para el marketing digital y mobile, en donde las reglas van cambiando porque vamos aprendiendo y madurando y entendiendo que el consumidor es nuestra razón de ser, que aunque nos molesten las políticas nuevas de privacidad y el mundo cookieless hemos llegado a esta etapa porque nuestro público así lo quiere. Tendremos que ser más creativos para lograr que los usuarios nos compartan sus datos, tendremos que ser más auténticos, y todo este seguro ayudará a una mejor comunicación.
Por eso digo, que el árbol no nos tape el bosque, tenemos mucho por explorar y por hacer…
Marcelo Fedele, CEO de Blinker & Wide Argentina