Durante años, la inteligencia artificial fue observada con cierta distancia por quienes trabajan en investigación cualitativa, y con razón. ¿Cómo confiar en que una máquina puede comprender los matices del lenguaje humano, captar silencios significativos o detectar una emoción apenas insinuada?
En materia de investigación de mercado, el avance de la IA había generado FOMO…
