La transformación digital se ha acelerado exponencialmente con las implicancias de la distancia social y ya se está apoderando de todos los sectores. Hoy, en America Latina, es raro encontrar un líder empresarial que no esté involucrado en este proceso de investigación y / o transformación. La digitalización de las empresas finalmente ha superado al departamento de TI y se ha convertido en el gancho para un debate corporativo más amplio. Este viaje se vuelve cada vez más profundo, complejo y estratégico, cuando entrelaza las nuevas necesidades de los consumidores con una urgencia en la transformación sin precedentes en el mercado.
Hay más a considerar que la tecnología en el proceso de transformación digital. McKinsey Consulting, por ejemplo, tiene en cuenta las prácticas bajo cuatro dimensiones fundamentales de la gestión para analizar la madurez digital de una empresa: estrategia, capacidades, organización y cultura. Es necesario ir más allá de la planificación meramente instrumental de tecnologías y pensar en cómo crear estructuras que fomenten la innovación a través del empoderamiento de las personas. Esto solo se vuelve sostenible y verdaderamente escalable cuando todo el aparato (procesos, estructuras, incentivos) de la empresa se centra en esta visión.
Si la estrategia es tener un departamento de innovación, por ejemplo, mire a su alrededor. ¿Puede este grupo influir, ejecutar y transformar? ¿Cuántas áreas de la empresa están abiertas y arriesgan sus propias metas para ayudar a lograr estas nuevas metas? Sin un impulso genuino, hay grandes posibilidades de que este grupo altamente estratégico y relevante, solo construya un buen discurso, sin generar ninguna evolución empresarial sensible.
Una ventaja decisiva, muy difícil de construir en las empresas ya instaladas, pero fundamental para quienes quieran triunfar en este proceso es crear un entorno que propicie la colaboración externa. La velocidad, la calidad y la coherencia de la digitalización dependen directamente de la capacidad de identificar y trabajar de forma transparente con socios estratégicos. En un contexto tan incierto y dinámico, es imposible estar siempre al día, preparado para todo y poder sumar conocimientos tan diversos si tu negocio permanece aislado en el mercado. Ser capaz de colaborar genuinamente con otras empresas es una habilidad fundamental para aumentar la resiliencia en este entorno, sabiendo que un socio puede ser cualquier cosa, desde una multinacional de renombre hasta una startup recién fundada.
Saber interpretar las motivaciones y necesidades para crear estas alianzas es una parte clave para construir un ecosistema saludable y vibrante alrededor de su empresa. Un ejercicio interesante es preguntarse si su número sería el primer número al que llamarían sus socios si tuvieran una idea increíble hoy. En medio de tantas oportunidades, ¿cómo definir los socios que ayudarán a evolucionar el negocio? Con tantos desafíos, ¿cómo mantenerse enfocado? El enfoque en el propósito de la empresa y las necesidades del público es la brújula que nos ayuda a navegar en este entorno. Si la visión se construye genuinamente, este esfuerzo se traduce en claridad de propósito, prioridades, materialización y captura del valor generado por el negocio.
Waze siempre es utilizado por personas en movimiento. Al comprender más profundamente los movimientos en el mundo real, nos convertimos en una verdadera guía de lo que está sucediendo en las calles, para los consumidores y, principalmente, para las empresas. Esta es nuestra propuesta de valor como socio comercial.
La jornada de consumo del cliente comienza antes de llegar a la tienda, porque cuando se sube al automóvil, el consumidor ya está buscando el establecimiento que mejor le servirá. Esta búsqueda es un momento único para que las marcas comprendan cómo se realizan los viajes y cómo pueden utilizar el desplazamiento de las personas en sus esfuerzos de comunicación.
Además, en un momento de aislamiento social tan importante, creamos una serie de iniciativas para ayudar a nuestros socios a tener más claro lo que pasaba en las calles y poder posicionarlas como opciones atractivas y seguras para quienes necesitaban moverse. Estamos en un momento en el que todo lo que sabíamos nos permite rediseñar constantemente nuestro negocio. Cada nuevo día tendremos más herramientas y un nuevo lienzo para evolucionar las experiencias de nuestros clientes. Más claro que nunca, las incertidumbres son una certeza.