El 2025 se perfila como un gran año para quienes amamos el marketing y la tecnología. La aceleración de los desarrollos en inteligencia artificial en estos primeros meses fue vertiginosa, obligándonos a replantear cómo interactuamos con nuestros consumidores. Ya no se trata sólo de innovación tecnológica, sino de un cambio fundamental en la manera en que construimos verdaderos vínculos de valor.

De la publicidad unidireccional a la conversación inteligente

Hoy, más que nunca, la demanda por una IA más humana y responsable es innegable. No basta con que sea disruptiva; debe conectar de manera auténtica y generar confianza. Estamos presenciando el auge de la publicidad conversacional, donde la compra deja de ser una simple transacción para convertirse en una experiencia interactiva, predictiva y personalizada.

Ya se habla del “AI-commerce”, un nuevo paradigma donde computer vision y la IA generativa convergen para revolucionar la experiencia de compra. Imaginemos este escenario: iniciás una videollamada y, en tiempo real, una IA te ayuda a identificar un producto, compararlo con alternativas, responder preguntas en lenguaje natural y redirigirte a retailers que lo tienen en stock.

Esto ya está ocurriendo. Modelos como ChatGPT-4 y sus sucesores lo hacen posible con solo activar el modo cámara en vivo, convirtiendo esta tecnología en una realidad accesible.

El fin del SEO tal como lo conocemos

Este nivel de interacción redefine las estrategias y los funnels. Ya no es suficiente optimizar el SEO o afinar el embudo de conversión. Ahora, el desafío es rediseñar el ecosistema digital para que la IA reconozca, recomiende y facilite la compra de nuestros productos de manera fluida e integrada dentro de su entorno inteligente.

Debemos prepararnos para interactuar con agentes autónomos de IA, que tomarán decisiones y realizarán compras en nombre de los usuarios con mínima o nula intervención humana.

Porque la personalización extrema llegó para quedarse. Las IAs tienen el potencial de recordar el historial de cada usuario y ofrecer recomendaciones hiper precisas y contextuales.

Un deseo para el futuro

Que la tecnología nos ayude en todos estos procesos, pero que la relevancia cultural, la emocionalidad y la autenticidad nunca se pierdan. Ojalá empecemos a humanizar la inteligencia artificial.

Por Marina Saroka, Founder Planetlambo, Powerhouse de innovación creativa y experiencias con IA