Cuál es el rol de las marcas en el contexto actual? Pregunta recurrente si las hay, que creo ha sido muy válida pero ya no lo es tanto. En cambio, hay mucha tela para cortar si nos preguntamos qué tipo de líderes las compañías necesitan hoy para jugar el rol que les corresponde.

Las marcas como actores sociales que son, se han movido de lugar en los últimos años: De setear el camino, liderar el cambio y definir tendencias, a esforzarse por responder y estar a la altura de movimientos de la humanidad que se gestaron en otro orden. En este sentido, hoy tenemos claro que la mejor performance de las marcas la encontraremos en su rol de acompañar y hacer práctico el cambio que ya ha comenzado.

“La claridad de lo que hay que hacer es tan fuerte y nítida, que los cambios suceden y las marcas empiezan a operar en el terreno real, desde su propuesta concreta, en la góndola, o donde se ofrezca”

El despertar de la sociedad a otro nivel de conciencia está acelerándose a un ritmo impensado, de forma orgánica. Nuevos conocimientos que empoderan al individuo en sus elecciones únicas y personales, se comparten vertiginosamente a cada segundo. Y este maravilloso fenómeno, no pide otra cosa que acción.

Las marcas o mejor dicho, las empresas, tienen en este contexto un espacio enorme para agregar valor, no ya buscando el concepto filosófico que las distinga, sino agilizando, facilitando y haciendo accesible las nuevas elecciones de vida que la sociedad manifiesta. Por supuesto que empezando por sus empleados y cadena de valor. Una prueba de compromiso que no debiera obviarse en ningún caso.

Parece un pensamiento lógico y simple, pero aún no se evidencia del todo en la práctica. Lo vimos en el comienzo de la pandemia y la fiebre de mensajes solidarios, con poca profundidad. Esto en parte tiene que ver con las barreras al cambio propias de situaciones de inestabilidad económica: Foco coyuntural en la urgencia de corto plazo y necesidad de inversión para realizar cambios estructurales en el modelo de negocios, entre otras.

“Un líder despierto, hoy puede ser la ventaja competitiva más poderosa de una compañía”

Pero hay una variable a considerar que a mi entender pesa más fuerte: El liderazgo. La evidencia me permite asegurar que cuando el líder vive en el nuevo paradigma y su compromiso es a nivel personal, no hay forma de frenar a la compañía hacia el siguiente nivel. La claridad de lo que hay que hacer es tan fuerte y nítida, que los cambios suceden y las marcas empiezan a operar en el terreno real, desde su propuesta concreta, en la góndola, o donde se ofrezca. Y quien empieza a sentirlo primero es la comunidad de la compañía, el empleado, el proveedor, el cliente.

Dicho todo esto, creo que un líder despierto, hoy puede ser la ventaja competitiva más poderosa de una compañía. Por ello, antes de enfocarnos en la próxima campaña, en la próxima innovación, el trabajo primordial debiera ser sobre nosotros mismos. Y antes que pensarnos como líderes, hacerlo como individuos, entendiendo si estamos verdaderamente conectados con el increíble proceso que el mundo está experimentando. Y si así no es, tendremos una aventura maravillosa por delante que de seguro nuestra marca, empresa, equipo, también vivirá.