Hemos escuchado mucho que el trabajo remoto será la nueva normalidad, desde mi punto de vista este modelo es insostenible para la mayoría. Si bien muchas personas siguen trabajando desde casa, son más las que no han podido parar, las que tienen que salir todos los días a trabajar. De manera general, existe un menor aislamiento que al inicio de la pandemia: según datos de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), un 63% ha retomado sus rutinas bajo ciertas medidas de precaución.
Si algo ha quedado claro es que el mundo tiene que seguir girando a pesar de las complicaciones. Un ejemplo de esto son los miles de comercios físicos que han tenido que adaptarse para seguir a flote y, a pesar de los esfuerzos, tan solo en la CDMX, la industria ha registrado pérdidas por 60 mil millones de pesos durante el segundo cierre de establecimientos decretado en diciembre del 2020.
Desde luego que alternativas como el comercio electrónico han sido convenientes para los consumidores y para los comercios que han abierto u optimizado sus canales de venta en línea, lo que ha dado como resultado el crecimiento de la industria en un 80% en 2020. Sin embargo, sigue representando un porcentaje pequeño en comparación con el total de ventas de retail: apenas un 9%.
El e-commerce va creciendo a un ritmo acelerado pero sigue siendo un ecosistema reducido si lo comparamos con la cantidad de comercios, negocios y emprendimientos que dependen de la venta física. Quizás un fenómeno mucho más extendido sea el rol que la omnicanalidad cobró a raíz de la pandemia, la cual no es otra cosa que una experiencia de compra que combina lo físico y lo digital.
El consumidor en México es cada vez más omnicanal, de hecho, la AMVO asegura que la práctica más frecuente es el ‘webrooming’, es decir, cuando la persona investiga por internet sobre un producto pero lo compra en la tienda física, o incluso más común es que compare precios por internet ya estando en la tienda física. Por ello, hemos visto cada vez más opciones como la modalidad de comprar en línea, por teléfono o hasta por mensajería instantánea, y recoger los productos en cuestión de horas en un punto cercano al comprador.
Lo anterior nos lleva a entender que si bien la parte digital es importante, es necesario integrarla en una estrategia que ayude a impulsar a los negocios físicos, porque hay muchas personas que dependen de ellos, tanto emprendedores y trabajadores como consumidores que siguen saliendo por necesidad. Y porque el consumidor ha demostrado su gusto por ambos canales, el físico y el digital.
En Waze, hemos detectado que el 85% de nuestros usuarios ya está de vuelta en las calles. El auto se ha convertido en un lugar seguro que permite que su mundo siga girando, pero también es un espacio importante para todos esos comercios físicos porque los conductores reconocen su presencia de manera más fácil, además, una de las tendencias que más veremos este año será el impulso a los comercios locales.
Teniendo en cuenta la relevancia de estos factores, Waze Ads, resulta una opción ideal para los comercios físicos de cualquier tamaño, ya que los ayuda a llegar a potenciales clientes durante su experiencia de movilidad, lo que resulta más natural y conveniente. El momento On the Go se ha vuelto aún más relevante, cuando las personas salen tienen una actitud diferente y acuden a distintos puntos de venta de los que acudían antes del cierre. Por esto, es un momento clave para que las marcas aprovechen este cambio de comportamiento e influyan en nuevos y actuales consumidores clave.
Apostar por un tipo de publicidad diferente para los usuarios, aprovechando información agregada que tiene Waze en CDMX resulta conveniente, ya que alrededor del 45% de las personas que conducen un auto en México usan la aplicación.
Concentrar esfuerzos publicitarios en los conductores durante esta pandemia suena a una buena idea, ya que se trata de un segmento de la población que sigue saliendo y que está al tanto de las opciones comerciales que están a su disposición. Aparecer en el mapa de Waze, aumenta hasta 31% las navegaciones, una cifra que puede subir si se trata de una temporalidad importante, como puede ser el 14 de febrero.
Como podemos ver, la cuestión no es fijarse sólo en la parte digital, sino cómo puede ayudar a que los comercios físicos se mantengan operando y reciban al público adecuado, a pesar de las limitantes de la pandemia.