El cuerpo como plataforma. La creciente relevancia de los datos biométricos y el cuerpo como plataforma se ha debatido durante años. Es decir, con el avance de las tecnologías que miden diversos tipos de información generada por el cuerpo, nace un nuevo frente de discusión, que involucra ética y privacidad, pero también muchas oportunidades.
La semana pasada, Gatorade, una marca de PepsiCo, mejoró el Gx Sweat Patch, una especie de chip, desarrollado por la startup Epicore Biosystems que mide el nivel de hidratación en el cuerpo, enviando información a una aplicación que advierte a la persona de la necesidad de ingerir líquido. Los datos biométricos también fueron los protagonistas del Informe de tendencias tecnológicas, un informe de tendencias publicado esta semana en el SXSW por la futurista Amy Webb.
Entre varias tendencias con respecto a la lectura de datos corporales se encuentran las ondas corporales ultrasónicas, la biometría conductual, la tecnología del sueño, la biología sintética, entre otras. En su participación en el SXSW, también esta semana, Amy destacó el cuerpo como una red. “Somos híbridos y cada vez más nos digitalizaremos, incorporando dispositivos y formas de conexión con elementos digitales”, dijo. Mencionó, por ejemplo, Somonex, un robot del sueño que ayudará a las personas a dormir a través de impulsos eléctricos al sistema límbico.
Renata Bokel, CSO de WMcCann, señala que la recolección de información de este perfil es cada vez mayor y representa una premisa a observar. “La recogida de datos biométricos (información sobre sueño, ejercicio físico, presión, latidos, córneas, etc.) ha ido aumentando exponencialmente. La tendencia es que, a partir de estos datos (facilitados con el consentimiento del consumidor, claro), las empresas pueden hiper-personalizar servicios, alimentación, planes de salud, seguros, atención médica predictiva, productos de belleza, ropa … ¿Y por qué no ofertas de productos y servicios? “