Para la CEO and Founder de Carnaval Art, 2022 fue un año en el que nada salió según lo planeado. “Algunas cosas salieron mejor y otras no tanto”, aclara. “Cuando se trabaja en innovación y se crean productos que disrumpen el mercado, es muy habitual que sucedan avances y retrocesos inesperados producto de la falta de benchmark. Todo absolutamente todo es aprendizaje”.
“Eso nos robusteció como equipo y también a nuestra propuesta de valor”, sigue. Sobre el universo de los NFTs, ámbito en el que se posiciona su empresa, dice: “Esto es una maratón. Los que lo vivieron como un short sprint son los que están dándose la cabeza contra la pared. Lo especulativo dio paso a lo verdadero y estamos contentos de seguir en pie”.
En este sentido, opina que el universo de los NFTs a nivel local ha cambiado completamente. “Los Digital Collectibles (DC) sin utilidad están condenados a morir antes de nacer”, sentencia Ansaldi. “Algo que se vio claramente durante todo el 2022”.
Sobre la actualidad de las marcas respecto de estos temas, plantea: “Muchas marcas tienen un ADN innovador, por ende, son propensas a hacer laboratorios de experimentación e inmersión en nuevas tecnologías que aportan nuevos modelos de negocios. Otras, más conservadoras, esperan a que esté todo testeado antes de meter los pies en el agua. Claramente nosotros apuntamos a las primeras, pero esperaremos con los brazos abiertos a las segundas cuando lleguen, seguramente, un poco tarde”.
Frente a este panorama, Connie aconseja, como primer paso, “capacitarse para entender cuáles son las posibilidades de negocios para cada marca. Luego, ser aventureros. Ningún conquistador siguió la ruta trazada por otro”.
La consultora en innovación está convencida de que tecnologías como blockchain son una herramienta de transformación para las personas, las marcas y las comunidades. Al respecto, explica: “En Web 1 éramos consumidores de internet. En Web 2, creadores. En web 3 somos dueños de nuestros activos digitales y esto cambia el modo en que nos relacionamos y fidelizamos audiencias. A su vez, todo lo físico, puede tener su gemelo digital para poder coexistir en ambos mundos. Y en Carnaval nos dedicamos a eso”.
Y no escapa a dar su opinión sobre la actual crisis que atraviesa el mundo cripto. “Obviamente nos pegó a todos, sobre todo a nivel inversión”, analiza. “El ecosistema venía de años muy dulces y el frío que se vivió en el 2022 fue tremendo. Pero también sirve para depurar la paja del trigo, los productos meramente especulativos de los que realmente resuelven algo, y eso coloca a Carnaval en un buen lugar”, sentencia.