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2025, el año perro que está poniendo a prueba a los argentinos

Vivimos un momento bisagra. Una era donde la transformación digital dejó de ser opcional para convertirse en urgente. La inteligencia artificial ya no es cosa del futuro: está entre nosotros. Y está cambiando, a una velocidad vertiginosa, las reglas del juego en todos los sectores. La gran pregunta es: ¿las empresas argentinas están listas para aprovecharla o se van a quedar mirando desde afuera?

La oportunidad ya no es solo para gigantes

Por primera vez, la tecnología es accesible, barata y poderosa. La barrera de entrada cayó. Hoy, la inteligencia artificial está al alcance de una PyME industrial en el interior del país, de una startup en crecimiento o de una empresa familiar que quiera jugar en serio.

Lo que antes parecía exclusivo de las grandes corporaciones globales ahora se volvió alcanzable. Pero eso no significa que sea fácil. Significa que la oportunidad existe… si hay visión y decisión para tomarla.

Y aquí aparece un nuevo diferencial: innovar con propósito. No se trata solo de aplicar IA para ser más eficientes, sino de hacerlo con una mirada que integre el impacto en las personas, en la comunidad y en el planeta. La tecnología es el medio; el propósito es lo que le da sentido.

¿Qué significa implementar IA en una empresa?

Mucho más que usar herramientas. Mucho más que tener un chatbot o automatizar una tarea. Se trata de repensar cómo vendemos, cómo operamos, cómo diseñamos la experiencia del cliente, cómo tomamos decisiones.

La IA no es solo tecnología: es estrategia, cultura y transformación profunda del negocio. Y si a esa transformación le sumamos un propósito claro, la innovación deja de ser un fin en sí mismo y se convierte en un motor para generar valor económico, social y ambiental.

En apenas 12 meses, empresas como Meta estiman que el 80% de su código será generado por IA. Esto no solo cambia cómo trabajan los equipos de desarrollo, cambia todo el modelo operativo. Y lo mismo está empezando a pasar en logística, salud, retail, servicios y manufactura. ¿Estamos preparados para innovar con propósito y no solo por moda?

Implementar sin estrategia: un riesgo real

Ya vimos casos concretos de empresas que, por no tener una visión clara, convirtieron a la IA en un problema. Air Canada, por ejemplo, enfrentó consecuencias legales porque su chatbot respondió mal.

En Argentina, donde la informalidad, la inercia y la improvisación muchas veces son parte del día a día empresarial, aplicar IA sin un marco claro puede salir muy caro.

Innovar con propósito es también una estrategia de gestión de riesgos. Implica preguntarse: ¿para qué lo hacemos?, ¿qué impacto positivo buscamos generar?, ¿cómo cuidamos la confianza de clientes, colaboradores y sociedad?

¿Sentís que este 2025 es un año perro?

Dicen que un año de perro equivale a siete nuestros. Y si me preguntás a mí, este 2025 se está sintiendo como un año perro: cambios, incertidumbre, desafíos constantes. Todo avanza más rápido. Lo que ayer era tendencia, hoy ya es norma. Y si no nos adaptamos a esa velocidad, corremos el riesgo de quedar fuera de juego. La clave está en entender que la velocidad no debe hacernos perder el rumbo. Innovar con propósito significa no solo correr, sino saber hacia dónde vamos.

Las empresas necesitan líderes que gestionen el cambio

Liderar hoy implica adaptarse. Escuchar señales débiles. Leer el contexto. Y actuar antes que sea tarde. El cambio es exponencial. Y seguir operando como si el mundo fuera lineal es una receta segura para quedarse atrás. ¿Tu empresa tiene un plan de datos confiable? ¿Está entrenando a sus equipos para trabajar con IA? ¿Está repensando productos, procesos y modelos de negocio con esta nueva realidad?

Y, sobre todo: ¿está alineando la innovación con un propósito que inspire a clientes, empleados e inversores? Porque la innovación sin propósito es solo eficiencia; la innovación con propósito es legado.

El momento de actuar es ahora

La transformación que vivimos no admite excusas. Ya no se trata solo de tecnología. Se trata de cambiar mentalidades. De liderar con propósito. De actuar con agilidad. De convertir la incertidumbre en motor de innovación. Argentina tiene talento, creatividad y resiliencia. Pero necesita decisión. El futuro no se espera: se construye. Y en este juego, llegar tarde también es perder.

En síntesis

Las palabras clave de este tiempo son claras: IA. Aceleración. Cambio. Incertidumbre. Propósito. El consejo es simple: no esperes 18 meses para empezar a aplicar inteligencia artificial en tu negocio, porque para entonces, quizás ya sea tarde. La verdadera innovación no consiste en usar la última tecnología, sino en ponerla al servicio de un propósito que genere valor para todos los actores del ecosistema.

¿Vos cómo lo ves? ¿Tu empresa ya está tomando acción con propósito o sigue esperando el “momento perfecto”?

Por Marcos Lovera, Co Founder en Mangata Customer Development y docente en Escuelas de Negocios en LATAM y Madrid

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