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El otro Cannes

Pasé casi toda mi carrera conociendo una sola historia de Cannes: la de los ganadores, el escenario, los metales, el Grand Prix, las escaleras rojas, los casos.
Una historia que no era para mí (minoría por ser mujer, latina, bisexual, madre de un bebé y de un nene de 3  años, activista y emprendedora), y probablemente tampoco sea para la mayoría de las personas que están leyendo este artículo.

Hace unas semanas, Anselmo Ramos, Founder y Creative Chairman de GUT, publicó que sólo el 0,06 % de la industria del marketing y la publicidad tiene la oportunidad de ir a Cannes Lions.
Yo la tuve dos veces. El año pasado fui por primera vez como asistente y con pase, y este como speaker del programa oficial dentro del Palais (el espacio donde se lleva a cabo el festival).

Lo que descubrí me sorprendió, porque estar allá me mostró lo poco que sabemos de Cannes Lions. Que la información y las imágenes que nos llegan a América Latina reproducen una narrativa del festival bastante sesgada, tradicional y hegemónica. Y que ese sueño que parece inalcanzable, en realidad no está tan lejos.

1. Ir a Cannes es un sueño más alcanzable de lo que pensamos

Cannes Lions tiene diversos programas que dan oportunidades a personas y colectivos subrepresentados en la industria. Por ejemplo, gracias al ERA Programme, Publicitarias pudo llevar una comitiva de 13 voluntarias y líderes de nuestra organización a vivir por primera vez el festival (eso sí, hay que conseguir fondos y sponsors para cubrir pasajes y estadía). También existen iniciativas como See It Be It y The Jodi Harris Scholarship, que promueven el liderazgo inclusivo; The LIONS Scholarship para jóvenes talentos; el Creators Pass, para creadores de contenido de distintos países; y los pases para startups, hechos para incluir a nuevas empresas innovadoras. Si pensabas que para ir tenías que ser parte de una gran red que, después de 25 años en la industria, algún día -con mucha suerte y contactos- elija enviarte a Cannes a vos en vez de a los mismos de siempre, ahora sabés que no hace falta pasar por todo eso.

2. Equidad, representación y accesibilidad

La vara de Cannes para el resto de la industria no es solo creativa, también es de inclusión. Desde Publicitarias fuimos a dar dos workshops sobre DEI (diversidad, equidad e inclusión) que se llenaron, donde pudimos pensar junto a personas de todo el mundo el contexto actual de nuestra industria, y además co-crear soluciones. Pero más allá de los espacios destinados específicamente a estas temáticas, dentro del Palais se respira un ambiente cómodo, diverso y accesible (cuando no tenés que hacer filas larguísimas para ciertas charlas o eventos). Hay pines con pronombres, tours en distintos idiomas y para distintas necesidades de accesibilidad, espacios para bajar la estimulación sensorial, lengua de señas en las charlas, ascensores, filas rápidas para personas con discapacidades visibles e invisibles, zonas seguras y hasta guardería (sobre esto último quiero dedicar un párrafo aparte). Si bien hay bastantes puntos de mejora y este año se volvieron a reportar casos de acoso y violencia sexual que el festival necesita abordar con urgencia, puedo decir sin dudarlo que lo que sucede dentro del Palais en cuanto a accesbilidad y diversidad, es un ejemplo a seguir para la mayoría de los eventos de la industria.

3. Si tenés pase, tenés incluida guardería (sí, así como leíste)

Para quienes vivimos haciendo malabares entre el trabajo remunerado y el trabajo de cuidar, contar con una guardería de calidad dentro del Palais es resolver nuestro mayor punto de dolor (y brecha). Llevé a mis hijos de 18 meses y 3 años conmigo. Estuvieron felices, contenidos y no necesitaron adaptación. Tuvieron espacio para jugar, cuidadores que les hablaban en su idioma y convivieron con otros niños y niñas de todo el mundo. ¡Hasta les dieron su propia badge! No tenían idea de lo privilegiados que eran.

4. Más allá de los premios: elige tu propia aventura

Cannes es enorme, y nada de lo que escriba acá va a transmitir lo abrumador que es encontrarte con tantas opciones de experiencias enriquecedoras. Si tenés badge podés entrar al Palais donde sucede el festival oficial: ver las ceremonias de premiación y los casos exhibidos, sí, pero también participar de charlas, workshops, tours, encuentros de networking de todo tipo, brunchs y más. Si no tenés pase, podés acceder a las activaciones de marcas en las playas, la ciudad, las fiestas, los eventos, los yates, los rooftops. Hay cuadras y cuadras de cosas para hacer, para formarse y transformarse. Un Cannes nunca va a ser igual al otro y es imposible llegar a verlo todo. Hay que elegir bien y normalizar el FOMO.

5. Otro nivel de networking

Hice networking hasta en el lactario, posta. Desde los espacios más random e inesperados hasta las actividades hechas específicamente para eso, se trata de una semana donde podés conectar con C -levels, líderes globales y personas inspiradoras en cada rincón, al mismo nivel. Nosotras hasta logramos darle los mazos de Publicitarias a Reese Witherspoon y Shonda Rhimes. Si vas con foco en las oportunidades, definitivamente te vas a volver con mucho más de lo que llegaste.

6. No deja de ser una industria que tiene demasiado por mejorar

Como mencioné más arriba, Cannes Lions incorporó diversas medidas de seguridad y prevención para las violencias basadas en género, pero siguen denunciándose casos que deberían ser impensados en general, sobre todo en entornos profesionales. Especialmente fuera del Palais, donde el festival tiene menos control, hay cientos de fiestas, momentos de consumo y espacios informales en los que vuelve a aparecer lo peor de nuestra industria. Es urgente dejar de normalizar el acoso y el abuso, y que tanto marcas, agencias, medios y organizadores se sumen a trabajar junto a organizaciones como Publicitarias para que el marketing y la publicidad sean un lugar seguro para todas las personas.

Más allá de los premios, hay otro Cannes. Un Cannes que, en medio de una época de polarización y cuestionamientos, busca empujar hacia adelante una industria que, aunque en lo discursivo se posicione como creativa e innovadora, siempre temió a lo disidente. Visibilizar este otro lado, esta otra historia, con otra perspectiva, es un pequeño aporte más para seguir abriendo puertas.

Por Melanie Tobal, Fundadora y Presidenta de Publicitarias

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