OpenAI surgió en 2015 como una organización sin fines de lucro. Años después, dado el monto de inversión que demandaba la IA, se convirtió en una empresa y hoy tiene a Microsoft como uno de sus principales inversionistas (más de US$ 10 mil millones ya han sido desembolsados por el gigante tecnológico).
Según Greg Brockman, cofundador y actual presidente de OpenAI, la empresa propietaria de ChatGPT y Dall-e, en una entrevista que dio en el Centro de Convenciones de Austin, el primer día de SXSW, el curso mismo que tomaron las cosas hizo que los planes cambien.
Hoy, los retos son los mismos, mejorar su plataforma principal y afrontar con urgencia la serie de ajustes necesarios, muchos de ellos principalmente conductuales y culturales y no necesariamente técnicos. Según Greg, ChatGPT, al igual que la IA, debe verse como una herramienta que amplía las capacidades humanas y no como sustituto. “No se trata de reemplazar, se trata de ampliar y empoderar, pero más que eso se trata de delegar en la IA todo lo que los robots pueden hacer por nosotros de una manera escalable y más eficiente”, dijo Greg.
Destacó además cuatro grandes desafíos urgentes a revisar en la herramienta que han movilizado inversiones y equipos:
1) Fiabilidad
“Nuestro esfuerzo actual, que consume el tiempo de todo un equipo, es hacer que ChatGPT sea más confiable. Incluso suponemos que hay mucho por mejorar, como eliminar los sesgos del chatbot y la posibilidad de descentralizar cada vez más nuestra IA para que esté soportada en todo un ecosistema anclado principalmente en la comunidad”, destacó Greg.
2) Desinformación
La otra cara de ChatGPT y la velocidad con la que realiza sus tareas es la proliferación de desinformación y fraude. Ya hay varios ejemplos de que esto es ilegal en la plataforma. “El gran desafío es desarrollar mecanismos que minimicen los riesgos involucrados. Este trabajo no se trata de tecnología, sino principalmente del apoyo de toda la comunidad”, dijo.
3) Reducir las barreras, de hecho
La mirada optimista de Greg sobre ChatGPT es la democratización y la reducción de una serie de barreras, contrario a la mayoría de los críticos que apuntan a la extinción de puestos de trabajo. Por ejemplo, el fundador de OpenAI cree que la herramienta democratizará una serie de procesos, funciones y, sobre todo, oportunidades. “Tendremos una serie de problemas en el camino, pero necesitamos involucrar a todos en la conversación y este es nuestro enfoque”.
4) Integración
En términos generales, limitar la IA a lo que es ChatGPT, hasta ahora, es un problema. La tecnología, desarrollada hace décadas, es capaz de mucho más que escribir cartas o responder preguntas al azar. Para Greg, la integración es un elemento fundamental para potenciar una serie de posibilidades de la plataforma.