Cerveza Quilmes, que está celebrando sus 135 años de historia, presentó su última campaña integral bajo el lema “Me gusta Argentina, me gusta Quilmes”. La marca, consolidada como un ícono nacional con un profundo arraigo en la historia y los valores del país, busca de esta forma reafirmar su vínculo con los argentinos, apelando al orgullo y a la identidad colectiva.
La propuesta publicitaria, desarrollada por la agencia La América, reúne a destacadas figuras nacionales que, al igual que Quilmes, representan los valores que unen al país: la identidad, la amistad y la familia. Entre los referentes de la campaña se encuentran Ángel Di María, Franco Colapinto y La Sole.
El orgullo cotidiano como punto de partida
Según Lucila Djeredjian, Gerente de marca Quilmes, la campaña busca reflejar el lugar que Quilmes ocupa desde hace más de 135 años: el de una marca profundamente argentina que acompaña a sus ciudadanos tanto en los grandes momentos como en los más simples.
La ejecutiva explica que la inspiración central fue la necesidad de valorizar lo propio desde una perspectiva optimista: “En esta campaña queríamos conectar con ese orgullo cotidiano por lo nuestro y ponerlo en valor. Reavivar el sentimiento positivo por lo argentino, desde un lugar optimista, cercano, donde todos podamos sentirnos reflejados”.
El insight de partida para la campaña fue un momento bisagra en la historia reciente: la consagración de Argentina como campeona del mundo en 2022. Este evento trascendió el fútbol y generó una revalorización general por todo lo propio: la música, los artistas, los deportistas y la comida.

“Esa idea de ‘me gusta’ fue el punto de partida para construir la campaña. No hay nada más indiscutible que un ‘me gusta’, y no hay nada que nos infle más el pecho que celebrar lo nuestro”, afirma.
Quilmes busca posicionarse como un componente esencial de la argentinidad, a la altura de elementos culturales como el asado, el mate, el truco, los amigos y los encuentros. Guido “Chapa” Lofiego, Director de marca Quilmes, complementa: “Quilmes es tan argentina como lo es el mate, el truco, el asado con amigos. Nuestra lata es una representación de los colores de nuestra bandera”.
135 años de tradición y relevancia
Para Quilmes, cumplir 135 años es un hito que conlleva una mezcla de orgullo y responsabilidad: orgullo por ser parte de la cultura argentina durante tanto tiempo, y responsabilidad por seguir a la altura del lugar que la gente le ha otorgado.
Quilmes siempre ha celebrado valores inamovibles como la amistad, la familia y los encuentros. El desafío del marketing es mantener vivos esos valores, pero adaptándolos a los códigos actuales del consumidor. Lucila Djeredjian destaca que la clave del éxito duradero de la marca reside en esta dualidad: “Esa combinación de autenticidad y actualidad es lo que nos permite ser una marca que sigue siendo querida, pero también relevante”.

En este sentido, el marketing juega un papel fundamental en la conexión cultural. La ejecutiva explica el enfoque del equipo: “Como marca nos enfocamos en interpretar la cultura, de leer el pulso social y transformarlo en ideas que conecten con la gente”.
En este sentido, el propósito de este nuevo aniversario y de la campaña es reafirmar que Quilmes continuará siendo la cerveza que celebra todo lo que une a los argentinos. La marca trabaja bajo la convicción de que una marca fuerte es aquella que logra ser parte de la conversación cultural de manera orgánica, manteniendo un ADN marcado, pero con la frescura para acompañar los cambios del país.



