En el marco del MMA Innovate Argentina 2022, Estanislao Bachrach, Doctor en Biología Molecular, compartió una mirada desde las neurociencias para reflexionar sobre cómo gestionamos lo que sentimos para ser más creativos. ¿Qué impacto tienen las emociones en la innovación?
Según dijo, para la ciencia la creatividad es algo que tiene cierta novedad y que agrega valor. Y cuando esa creatividad se convierte en un producto, en un servicio, en una experiencia, hablamos de innovación.
Desde su visión, los seres humanos sentimos porque tenemos neuronas. “Los pensamientos son el lenguaje del cerebro”, sostuvo. “Por ende, las emociones son el del cuerpo. Las emociones van al cuerpo”.
Ahora bien, reflexionó, “desde muy chicos nos enseñan a comportarnos de alguna manera. Pero ¿por qué nos comportamos de determinada manera?”. Lo cierto es que, cómo uno se siente impacta en la manera en que hacemos las cosas.
Desde la ciencia, explicó, “una emoción se construye: depende del contexto, las experiencias pasadas y la interocepción, es decir, la percepción del estado interno del organismo, la información que el cuerpo manda al cerebro todo el tiempo de que algo nos está pasando. La suma de eso es lo que el cerebro interpreta en dos ejes: cuánta energía y cuánto placer”.
En línea con esto, remarcó que se suele confundir placer con felicidad y, químicamente, es exactamente lo opuesto. “Cuanto más placer buscas en tu vida, más infeliz sos. La publicidad nos mezcla los conceptos. El placer es de cortísimo plazo”, sentenció.
Según la biología, las emociones son la intersección entre ciertos estados de placer y de energía. Y a eso, explicó Estanislao, “le ponemos nombre a partir de interpretar el grado de placer y energía”.
Volviendo a la innovación y la creatividad, el científico aseguró que “a mayor intensidad de una emoción, se tiene menos capacidad de pensar, menos capacidad creativa, porque no puedo alimentar el cerebro. Cuanto más inteligencia emocional tenes, cuanto más regulas tus emociones, más chance de alimentar, de darle respiro a las neuronas necesarias para ser creativo”. Por eso mismo, “es clave gestionar las emociones, estar tranquilos, para lograr mejores ideas y más creatividad, más innovadoras”.
Bachrach se refirió al trabajo que hacen en su día a día los marketineros, los publicitarios. “Les apasiona el trabajo que hacen, se les nota, pero eso es peligroso porque la pasión es la anestesia del estrés. Cuanto más te gusta lo que haces, menos estresado te sentís y en realidad no te das cuenta de que no estás bien. Es la forma más rápida de morirse, la buena noticia es que es reversible, pero tarda diez años”, planteó.
Para él, la creatividad es algo que se aprende. “Hay técnicas para aprender a ser más creativos. Pero para animarme a pensar nuevo, algo novedoso, tengo que estar tranquilo, cuidado emocionalmente. Las emociones tienen un efecto muy grande en que las personas se animen a expresarse, quizás hagamos las cosas diferentes y funcione, pero quizás porque todo lo que tiene que ver con la creatividad, con la innovación, es un terreno incierto”, remarcó.
Y concluyó: “Las emociones reguladas, sin tanta intensidad, que permiten tener mayor claridad de pensamiento, es decir, ser más creativo, van al cuerpo. Mucha gente expresa estas emociones con las palabras y otros mediante el cuerpo. Sin importar las culturas, las edades, la gente siente las emociones en el mismo lugar del cuerpo”.